Queso Feta

El Feta es un queso clásico de Bulgaria, Grecia, Turquía, Dinamarca y Rumania. Es un queso simple, que se elabora con una mezcla de bacterias lácticas clásicas que acidifican la leche hasta dar a la cuajada su textura característica, granulosa y friable, que se desgrana fácilmente, sin sentirse arenosa en la boca, sino que debe ser cremosa al paladar. En Grecia se elaboraba tradicionalmente con leche de oveja, o a veces con una mezcla de leche de oveja y cabra, lo cual le da un sabor característico y un punto de sal derivado del salado del queso fresco en salmuera, en la que se conserva hasta su venta. Es un queso blando, sin "piel" que se vende en porciones rectangulares o en forma de cuña. Su consistencia es sólida, presentando en ocasiones pequeños ojos mecánicos en la masa, propios de los quesos sin prensa y algunas grietas, dadas por la poca elasticidad de la masa. Al gusto es delicadamente ácido resultando en un sabor muy grato. Su característico color blanco de origen natural no se obtiene mediante el uso de procesos blanqueadores (clorofila) sino que se debe a la falta de pigmentos carotenoides en la leche con la cual se produce, tanto de cabra como de oveja.